La Habana, 23 oct. (PL).— Cuba y la Comisión Europea anunciaron hoy la reanudación de la cooperación sobre la base del tratamiento recíproco y no discriminatorio y el estricto apego y respeto a la soberanía de los Estados.
Una declaración en ese sentido fue suscrita aquí por el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, y el Comisionado Europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel.
El documento subrayó también que el acuerdo adoptado se basa en el respeto a los principios de no intervención en los asuntos internos de los países, a su independencia política, conveniencia mutua y prioridades establecidas por el receptor de la cooperación.
Las dos partes convinieron en que esos vínculos carecerán de todo condicionamiento y respetarán la legislación nacional y comunitaria.
Igualmente, se llevará adelante la cooperación a través de los procedimientos establecidos por las partes, en esferas mutuamente convenidas y ventajosas, con el objetivo de promover el desarrollo y la colaboración en áreas útiles y viables.
Para explorar los sectores donde el trabajo conjunto pueda llevarse a cabo, la Comisión Europea enviará a La Habana, dentro de dos semanas, una delegación de alto nivel presidida por su director general de Desarrollo.
Tras la firma del acuerdo, realizado posteriormente a las conversaciones oficiales llevadas a cabo, Michel anunció una ayuda de emergencia a Cuba por dos millones de euros con motivo de los daños causados por los huracanes Gustav e Ike.
Igualmente, dedicará de 25 a 30 millones de euros para proyectos de reconstrucción de escuelas y viviendas afectadas, disponibles a partir del próximo año, recursos adicionales para uso a identificar y movilización similar de los Estados miembros de la Unión Europea.
Son más las cosas que nos unen y es importante realizar la cooperación de manera concreta, además del diálogo político respetuoso y útil para las dos partes, aclaró.
Michel aseguró que Cuba y la Unión Europea coinciden en criterios sobre la reforma de las instituciones financieras internacionales y el cambio climático, y dijo que Cuba tiene el valor añadido de la ayuda brindada a sus países vecinos y otras naciones.
Pérez Roque calificó la discusión sostenida previamente de amplia, respetuosa y cordial, y reafirmó el restablecimiento del diálogo político y la cooperación bilateral sobre bases de respeto.
La declaración firmada, puntualizó, establece que se han creado las condiciones para ello con un tratamiento no discriminatorio, el apego a la soberanía y no intervención y la ausencia de condicionamientos.
Consideró el hecho como un paso importante en la normalización y el avance ulterior de las relaciones y el inicio de una nueva etapa dejando atrás los enfrentamientos del pasado, algo coherente con los intereses de los pueblos de la Unión Europea y Cuba.
Coincidió con Michel en una amplia gama de temas y aclaró que existen diferencias, las cuales deberán ser discutidas con respeto y sin obstaculizar ni el diálogo ni la cooperación.
Durante las conversaciones, Michel estuvo acompañado de Joseph Borrell, eurodiputado y presidente de la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo; John Caloghiru, jefe de Unidad de la Dirección General de Desarrollo de la UE; y Javier Niño Pérez, encargado de negocios de la delegación de la Unión en Cuba.
Por la parte cubana participaron el vicecanciller Dagoberto Rodríguez; Elio Rodríguez, embajador cubano ante la UE; Ricardo Guerrero, viceministro para la Inversión Extranjera y la Cooperación Económica; y Ana Teresita González, directora de Información de la cancillería.
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