A continuación se recoge una serie de palabras que, provenientes de nombres propios, han protagonizado la curiosa evolución de convertirse en sustantivos comunes para nombrar desde una enfermedad (alzhéimer), un invento (el voltio, la guillotina), una teoría filosófica (plátonico), hasta un útil doméstico (quinqué), y pasar así a formar parte del vocabulario popular.
La Enciclopedia de los nombres propios, de Josep M. Albaigés (Barcelona: Planeta, 1995), será la referencia del contenido.
Fucsia es una planta de adorno, procedente de América Meridional, con flores colgantes de color rojizo, de diversos matices, que da nombre al color rosa fuerte. El científico francés Charles Plumier descubrió este arbusto en la cidudad caribeña de Santo Domingo, y lo llamó fucsia en memoria de Leonhard Fuchs, un famoso botánico alemán (1501-1566).
El Diccionario académico define esta palabra como: «Que habla mucho y sin sustancia», «Persona que se dedica a la venta ambulante y anuncia a voces su mercancía»… El vocablo procede del italiano ciarlatano y, al parecer, alude a Latán, un famoso sacamuelas y curandero, a cuyo paso por París gritaba la gente «¡Voilá, le char de Latan!».
El Diccionario académico define este término como preservativo, «funda fina y elástica para cubrir el pene durante el coito, a fin de evitar la fecundación o el posible contagio de enfermedades». La palabra deriva del latín condere, «contener». Y aunque varios autores atribuyen su invención a un higienista inglés llamado Condom, que confeccionaba este artilugio con tripa de animal para uso del rey Carlos II de Inglaterra, nuestro autor de referencia, Josep M. Albaigés, señala al médico italiano Gabriele Fallopio (1550) como inventor del condón.
«Emparedado hecho con dos rebanadas de pan de molde entre las que se coloca jamón, queso, embutido, vegetales u otros alimentos». Esta pieza alimentaria tomó su nombre actual por el político inglés y jugador empedernido John Montagu (1718-1792), cuarto conde de Sandwich, que para no perder tiempo mientras jugaba a las cartas se alimentaba con rebanadas de carne empanadas. Pronto cundió la costumbre de preparar esta clase de comida al estilo «Sandwich».
Es un escrito de corta extensión sin encuadernar, cuyo nombre se cree que alude al título de un breve poema del s. XII en latín Pamphilus seu De Amore («Pánfilo, o Enamorado»), una de las primeras publicaciones de que se tiene noticias, y que circuló en Inglaterra con gran éxito durante la Edad Media traducido al inglés como Pamphlet.
«Alcaloide sólido, muy amargo y venenoso, que cristaliza en prismas rectos e incoloros. Se extrae del opio, y sus sales, en dosis pequeñas, se emplean como medicamento soporífero y anestésico». El nombre de esta droga narcótica adictiva alude al dios de los ensueños, Morfeo, hijo de Hipnos (dios del sueño) y de Nix (diosa de la noche), en la mitología griega.
La bechamel es una «salsa blanca que se hace con harina, crema de leche y mantequilla», que como otros términos culinarios tiene origen francés. Al parece fue Louis de Béchameil, marqués de Nointel (1636-1703), financiero y cocinero del rey Luis XIV, quien inventó esa salsa conocida con los nombres de bechamel, besamel y besamela.
Este término que el Diccionario académico define como «Instrumento metálico, generalmente en forma de copa invertida, que suena al ser golpeado por un badajo o por un martillo exterior», debe su nombre a la ciudad italiana de Campania, en donde, según se dice, introdujo su uso San Paulino de Nola, que convocaba a los fieles a la iglesia con un instrumento de percusión.
El Diccionario académico define este adjetivo como «Que se cierra de tal modo que no deja pasar el aire u otros fluidos», «Impenetrable, cerrado, aun tratándose de algo inmaterial». Este término procede del nombre griego «Hermes». El autor Josep M. Albaigés relaciona su origen con la alquimia medieval que aplicaba este nombre a los cierres absolutamente sellados, por referencia al dios Hermes Trismegisto, su supuesto inventor, patrón de la alquimia.
«Chaqueta femenina de punto, sin cuello, abrochada por delante, y cuyo primer botón está, por lo general, a la altura de la garganta». Alude a la protagonista de la película Rebeca, quien vestía ese tipo de chaqueta. Esta obra cinematográfica, inspirada en una novela de Daphne Du Maurier, fue dirigida por Alfred Hitchcock en 1940.
Esta palabra tiene origen francés jaquette; y alude a la prenda que usaban los campesinos en Francia, a los que se conocía popularmente como jacques por la abundancia entre ellos del nombre propio Jacques (Jacobo, Santiago, Jaime).
Según el Diccionario académico este término también se usa en México como sinónimo de masturbación. Al parecer, proviene de «chaira» (de origen gallego), que es una cuchilla curva utilizada por los zapateros para cortar la suela de los zapatos que reparan.
«Sombrero de paja, bajo de copa y ancho de alas, que usan las mujeres, especialmente en el verano», así define el DRAE este término inspirado en Pamela, nombre de la protagonista —quien llevaba un sombrero de ese tipo— y título de la obra del novelista inglés S. Richardson. Pamela se forjó con las palabras griegas pan-meli, «todo miel», es decir, mujer todo dulzura.
«Bollo pequeño, hecho y presentado en molde de papel rizado, con los mismos ingredientes que el bizcocho en distintas proporciones»; según el DRAE esta denominación parece que alude a Madeleine Paumier, cocinera francesa a la que se atribuye la invención de ese dulce.
Josep M. Albaigès cree, sin embargo, que quizás su nombre procede de que se emplea para mojar, con lo que gotea, recordando los lloros de la santa arrepentida María Magdalena.
«Prenda, generalmente de lana, que cubre y ciñe el cuerpo desde la cintura hasta los pies». Originada en la malla muy ajustada que cubría las piernas y la mayor parte del torso, inicialmente diseñada y usada por el acróbata francés Jules Léotard (1842- 1870), persona de gran popularidad en su época, perfeccionador del salto mortal.
El Diccionario académico define este término como «hueso del nacimiento del dedo grueso del pie, cuando sobresale demasiado». Era costumbre de antaño llamar coloquialmente «Juan» a la gente del campo, y eran precisamente esas personas rústicas quienes más padecían esta pequeña malformación del pie. De ahí que se atribuyera al hombre del campo ser juanetudo.
Según del Diccionario académico «motor diésel» es ‘El de explosión que utiliza gasóleo como carburante, el cual se inflama por la compresión a que se somete la mezcla de aire y combustible en el cilindro, sin necesidad de bujías’. Fue inventado en 1892 por Rudolf Diesel (1858-1913), ingeniero nacido en París, de padres alemanes, que lo desarrolló en la factoría Krupp, de Essen (Alemania).
«Dicho de una persona: Que presume de fina y elegante sin serlo». Esta palabra parece proceder del apellido transliterado de la familia gaditana Sicur. Algunos estudiosos coinciden en que este término alude a las hijas de un popular sastre de la ciudad andaluza de Cádiz, que vestían con lujosas ropas y hablaban un lenguaje especial para aparentar más de lo que eran. Otras fuentes creen que es un arabismo, evolución de la palabra árabe marroquí kúrsí.
cesárea
El Diccionario acádemico define «operación cesárea» como ‘la que se hace abriendo la matriz para extraer el feto’. Procede del latín cissus, «cortado», y se relaciona con Cayo Julio César (100-44 a.C.), quien nació por este procedimiento, según cuenta la leyenda.
Charles Cunningham Boycott, nombre del primer administrador en la provincia irlandesa de Mayo, donde los independentistas promovieron contra él una campaña de aislamiento en 1880, excluyéndole de toda actividad social y comercial.
Desde entonces, boicotear significa «excluir a una persona o a una entidad de alguna relación social o comercial para perjudicarla y obligarla a ceder en lo que de ella se exige».
Con esta palabra denominamos a una ‘sociedad científica, literaria o artística establecida con autoridad pública’. Viene del griego akadémeia, jardín donde enseñaba Platón, por alusión al nombre de su propietario, Akademos.
Es el ‘octavo mes del año. Tiene 31 días’. Debe su nombre al primer emperador romano, Octavio Augusto, quien imitó el ejemplo de su tío Julio César para dar a uno de los meses del año su propio nombre.
Se llama así a la ‘mujer que monta a caballo’, por alusión al pueblo de las Amazonas, supuesta raza guerrera imaginada por los antiguos, que derivaban su nombre de a-mazos, «sin pecho», por el hábito de amputarse uno de ellos para poder disparar bien el arco.
(Tomado de www.fundeu.es)
Amiga ,,que bello esto esa historia es algo magico que hoy tu solo lo has podiso llevar a la realidad ,y poder los demas conocer esa linda trayectoria de tu vida familiar ,,es algo de lo que estoy bien asombrada y tener a la persona tan cerca de mi mas que una amiga como familia ,,un beso grande de tu Amiga Sonia