Las parrandas remedianas y su Museo

La historia y valores de esta manifestación de la cultura popular pueden ser apreciados en el Museo de las Parrandas.

Por Jesús Risquet Bueno

Una de las festividades tradicionales más conocidas de la Isla son las famosas parrandas de Remedios, que con el tiempo serían acogidas por otras localidades cercanas también.

parrandas de Remedios, Cuba

Su origen se remonta  a casi dos siglos, cuando el párroco Francisco Virgel de Quiñones, conocido popularmente como Padre Francisquito, quien oficiaba en la Iglesia de la Villa de San Juan de los Remedios, comenzó a sentirse preocupado por la creciente ausencia de los feligreses de su iglesia a las misas de aguinaldo, que eran celebradas durante  las madrugadas comprendidas desde el 16 hasta el 24 de diciembre.

Fue entonces cuando se le ocurrió organizar a un grupo de muchachos del pueblo para que salieran por las calles y formaran una gran algarabía con pitos, matracas, fotutos y latas para despertar a los vecinos, de manera que no les quedara otra alternativa u opción que la de levantarse definitivamente de sus camas para acudir al llamado de la iglesia.

Esta peculiar idea terminó siendo acogida con agrado por los pobladores, que comenzaron a disfrutarla. Así nacieron estas festividades, consideradas las más atrayentes del país. De manera que aproximadamente por el año 1820, las parrandas fueron aumentando su intensidad y propósito e involucraban a toda la población de la Villa, y ya en el año 1871 adoptaron la estructura que conocemos y se mantiene en nuestros días.

El pueblo es dividido en dos barrios o bandos mediante una línea imaginaria que parte de la plaza de la Villa: hacia un lado quedan los sansaríes, que no son más que los miembros y simpatizantes del barrio de San Salvador. Del otro lado se encuentran los carmelitas, o sea, los componentes del barrio El Carmen. Entre ambos se establece una extraordinaria actividad competitiva en la que se apasionan todos sus miembros.

Los festejos se celebran el 24 de diciembre de cada año, aunque en los días anteriores y posteriores el ambiente festivo es bien notable. Las campanas de la Iglesia Parroquial Mayor son las encargadas de indicar cuándo son las nueve de la noche del 24 de diciembre para dar inicio a la festividad, cada bando pone entonces al descubierto todo su ingenio, su habilidad creadora  y el intenso empeño desplegado durante todo un año en la confección de los distintos elementos que compiten. Lucen todo su esplendor los trabajos de plaza, carrozas, faroles y un gran derroche de pirotecnia con los fuegos artificiales. Todos ellos son elementos que únicamente podrán ser admirados en esta ocasión.

Las parrandas se inician con la iluminación de los trabajos de plaza, los cuales requieren de mucha laboriosidad en sus detalles. Luego le sucede la primera entrada de barrio, a lo que se le llama el saludo; esta entrada va acompañada por los típicos repiques, congas y diversas muestras de nuestra música tradicional, junto a la incesante «artillería» de los fuegos artificiales que iluminan el cielo como si fuera de día. Así, el bando contrario responde de igual modo tratando de superar al primero, y de esta manera se suceden una y otra vez las salidas de cada bando durante la noche, hasta que ya en la madrugada pueden ser admiradas las carrozas, cuyo diseño y construcción se mantienen en secreto hasta ese momento para impresionar a los presentes. Llegan a ser sublimes, verdaderos paisajes de ensueño.


Con la llegada del día 25, la Navidad, concluye la peculiar competencia en la que no se declaran vencedores ni vencidos; es cuando ambos barrios celebran el triunfo tocando sus rumbas de victoria para complacencia y reconocimiento del esfuerzo realizado.

El historial y los valores de estas manifestaciones de la cultura popular han exigido la existencia de una institución muy importante: el Museo de las Parrandas.

Dicho museo se encuentra en la misma Villa de San Juan de los Remedios, en una vistosa edificación del siglo XIX, la cual atesora, conserva, investiga y muestra numerosos objetos relacionados con las parrandas remedianas.

Inaugurado el 1ro. de abril del año 1980, este Museo etnográfico funge como salvaguarda de la memoria de una importante manifestación del patrimonio cubano.

En sus salas pueden ser apreciadas varias colecciones: la de historia ofrece una amplia visión de las parrandas, de su surgimiento y toda su evolución, mediante fotos, documentos y diversos objetos artesanales.

Allí se exhibe, además, una maqueta de la Plaza de Remedios, principal escenario de las fiestas, en la que aparecen dispuestos trabajos de plaza, carrozas y farolas de cada barrio.

Uno de los mayores atractivos de las parrandas de Remedios es el alarde de pirotecnia que en ellas se desarrolla. En una sala del museo se describe su historia y se muestran los elementos con que se trabaja para producir esos efectos típicos de las fiestas.

El repique, que rememora el tañido de las campanas que llamaban a la misa de aguinaldo, es la música típica de las parrandas. Por ello, en una de sus salas se exhiben instrumentos que en otros tiempos animaron las fiestas, pero que ya están en desuso, unidos a los que componen el piquete, así como la orquesta que interpreta las polkas, modalidad musical de raíces europeas establecida en Cuba a través de las parrandas de Remedios.

Los bellos y originales faroles, que usualmente se van abriendo paso al compás de la música, pueden ser admirados en una de las salas de la institución, y son una muestra fehaciente de la habilidad manual y sentido artístico de sus diseñadores y creadores.

Otra de las salas del Museo de gran relevancia es la que expone las maquetas de las carrozas y los trabajos de plaza, esas enormes estructuras, cargadas de luz y colorido, alegóricas a diversidad de temas políticos, históricos, mitológicos, culturales o de ficción.

Vale destacar que, en ocasiones, algunos de los trabajos de plaza, cuya construcción data desde1875, alcanzan hasta 90 pies de altura.

El Museo de las Parrandas de Remedios está ubicado en la calle Máximo Gómez no. 71. Remedios, Villa Clara, Cuba.

(Tomado de la edición digital de Trabajadores)

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s