Filmar en Cuba sería un privilegio, como actor o director, no importa, aceptaría sin dudar, aseguró a la AIN Paco León, el Luisma de la serie española Aída, que por estos días se pasea por la capital cubana invitado por el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Paco, quien llegó a la isla para presentar su segundo largo como director: Carmina y amén, insistió en el placer que significa estar en La Habana, y sobre todo en este Festival, que tiene todo un «programón», dijo asombrado.
El Hotel Nacional, cuartel general de la cita cinematográfica, sirvió de escenario para la entrevista y para las docenas de admiradores que lo siguen, con quienes se hace fotos y sonríe aunque no pueda dar casi un paso sin llamar la atención.
Yo sabía que en Cuba se veía Aída, aunque fuera off the record, pero no sabía que era tan conocida, el otro día iba caminando por la Habana Vieja y parecía como si Mick Jagger hubiera aparecido de pronto, y era solo yo, bromeó cuando le preguntamos sobre la acogida que le brindaron los cubanos.
Me siento muy orgulloso de que un personaje como el Luisma se haya quedado en el imaginario de la gente, es algo maravilloso que haya funcionado por 10 años y que todavía se le recuerde con cariño, advirtió.
Agregó que no es un papel que le ate y mencionó trabajos anteriores como el que hizo en Homo Sapiens, otro programa televisivo, donde también tuvo gran éxito con otras interpretaciones al punto que muchos pensaban que nunca podría hacer algo mejor.
Y ya ves –rio- llegó el Luisma, y detrás de él espero lleguen muchos más.
La dirección es algo que voy a seguir haciendo, la voy a compaginar con la actuación, porque eso de contar historias desde detrás de las cámaras es algo que me sedujo y ya no creo que me abandone, señaló.
Espero que los cubanos entiendan el humor de Carmina y amén, una secuela de la primera película Carmina o revienta, proyecto familiar en el que dirijo a mi madre y a mi hermana, al que siguió esta segunda cinta, más pensada, con más oficio, explicó.
Me está gustando mucho esta experiencia, no conocía el Festival de antemano pero ahora, por intuición, me doy cuenta de su calidad, tantas películas y un variado programa profesional son prueba de ello, comentó.
La mirada de Europa está puesta en América Latina y son eventos como este los que le dan voz a los nuevos realizadores, concluyó mientras se levantaba amablemente para atender a quienes esperaban que terminara el diálogo, con la esperanza de presumir de una foto con él.
(Fuente: AIN)
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