Cuba ganó su segunda medalla en los Juegos Olímpicos de Beijing, al conquistar el judoca Yordanis Arencibia medalla de bronce en la división de 66 kilogramos.
El sorteo para armar el organigrama del torneo le deparó al muchacho enfrentar en semifinales, nada menos que al titular de la capital griega, el japonés Uchishiba Masato, un hombre muy fuerte y experimentado en estas lides.
En realidad, ninguno de los dos contendientes ejecutó acciones notables, la propia pasividad provocó dos penalizaciones y con ella el pase del cubano a discutir medalla de bronce frente al ruso Alvin Gadanov.
En el pleito contra Gadanov, gracias a una barrida de piernas los árbitros actuantes le dieron yuko, y por ese mínimo margen salió airoso para escalar el podio de premiaciones como escolta del triunfador Masato.