¿Puede la sociedad capitalista evitarla? Las noticias que llegan sobre el tema no son alentadoras. En Poznan se analiza el proyecto que será presentado en diciembre del próximo año en Copenhague, donde se discutirá y aprobará el Convenio que sustituiría al de Kyoto.
La Comisión que preside la elaboración del mismo está dirigida por Al Gore, el ex candidato presidencial de Estados Unidos que fue fraudulentamente derrotado por Bush en las elecciones de 2001. Los que lo elaboran ponen toda la esperanza en Barack Obama, cual si este pudiera cambiar el curso de la historia.
Un ejemplo que ilustra procede de Canadá. Un artículo de BBC Mundo titulado “Fiebre bituminosa en Canadá” señala que “el área que se explota en estos momentos es de 420 km², pero que el gobierno de Alberta les cedió a las empresas petroleras casi 65 000 km². El área de reservas explotables es de 140 000 km², más o menos el tamaño del estado de la Florida.
“Desde el aire se ve cómo las minas han transformado el bosque en un paisaje lunar de cráteres y lagos con grandes columnas de humo, que crean enormes nubes en la atmósfera. Todo esto ocurre en una remota región de Alberta.”