Santa Clara ofrece hoy a su gente y a los que la visitan diversas ofertas gastronómicas, estatales y privadas, con excelente calidad y a buen precio (en moneda nacional y también libremente convertible).
Santa Clara es tierra de trovadores, la tierra de Silverio (del Menjunje), la de sus parques limpios y verdes, la de los cafés más ricos de Cuba —con periódico incluido, que no va a la cuenta—. Villa Clara es Melaíto, es Vanguardia, es el Tren Blindado, es el Che.