Por Erika Montaño Garfias
Eduardo Galeano recibió en México este martes el diploma de honor y la Medalla 1808 como reconocimiento a su trayectoria, en una ceremonia realizada en el antiguo Palacio del Ayuntamiento.
Durante su discurso, Galeano agradeció a México y manifestó su solidaridad con el país «ahora que esta tierra entrañable está siendo víctima de la hipocresía del narcosistema universal, donde unos ponen la nariz y otros los muertos, y unos declaran la guerra y otros reciben los tiros.
«Y en estas horas duras, México está recibiendo veladas amenazas del gran hermano del norte que parece que quiere venir a salvar a este país de la violencia y del caos, y eso corresponde a la tradición mesiánica del hermano del norte que a lo largo de casi toda su vida independiente se ha consagrado a esa tarea, al parecer encomendada por Dios, de salvar a los países que necesitan su ayuda. Me parece muy peligroso, porque en la experiencia, esa ayuda ha sembrado al mundo de dictaduras militares, ha convertido a Irak en un manicomio y está convirtiendo a Afganistán en un vasto cementerio.
«A mí —dijo— me parecen peligrosos todos los mesianismos, tengan el color político que tengan y provengan de la religión de donde provengan. El único mesianismo que no parece peligroso es el mesianismo de Lionel Messi, el mejor jugador de fútbol del mundo».
Antes de la ceremonia, en la que recibió la medalla de manos del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y a la que asistieron los escritores Elena Poniatowska y Jaime Labastida, entre otros, el autor de Las venas abiertas de América Latina se reunió con la prensa, y habló de los sucesos de los días recientes en Medio Oriente, el narcotráfico, su voto en favor de la legalización de las drogas como única salida al problema, tema que ha sido una constante en sus entrevistas recientes.
Sigue leyendo →