Por Yeneily García García
La tradición de celebrar el fin de año y recibir el nuevo se observa en todo el mundo, aunque varíen las épocas y las maneras de festejar.
Los agazajos al final de un período y la preparación para vivir una nueva etapa tienen una gran relevancia en muchas culturas, aunque la fecha de las festividades depende del tipo de calendario utilizado.
El más común y extendido por el planeta es el gregoriano, llamado así en honor del papa Gregorio XIII, quien lo instauró en 1582 y en el cual se proclama al mes de enero como inicio de un ciclo que dura 365 días.
En el imperio romano, el almanaque comenzaba por el primer día del mes de marzo; no obstante, era en el undécimo mes, llamado enero en honor al dios de doble cara Janus, cuando los cónsules de la Antigua Roma asumían el gobierno.
Julio César modificó el sistema en el 47 antes de nuestra era, devenido antecedente del actual y en el cual fueron adoptadas las viejas costumbres paganas de celebración y convertidas en ritos religiosos de renovación.
Con la expansión de la cultura occidental al resto de los países durante el siglo XX, el primero de enero fue adoptado como una fecha de carácter universal, incluso en territorios con sus propias costumbres, entre ellos China, donde usan el calendario lunar, en el cual los festejos no recaen en un día exacto y ocurre entre el 21 de enero y 21 de febrero.
En otras naciones también varía el tiempo de las fiestas.
Algunos miembros de la Iglesia Ortodoxa mantienen el calendario juliano y reciben el año el 14 de enero, mientras los musulmanes celebran la fecha el primero de Muharran, el cual varía, pues también se rige por los ciclos de la luna.
Losar, en el Tíbet, lo realiza entre enero y marzo; el Nouruz de Irán, en el equinoccio de primavera, aproximadamente el 21 de marzo; en Tailandia, Camboya, Birmania y Bengala el año nuevo recae entre el 13 y el 15 de abril.
Los mapuches festejan su versión de Año Nuevo, We Tripantu, el 24 de junio, el Inti Raymi de los Incas tiene lugar dos días antes, y el Aymara el tres.
El Rosh Hashanah de los judíos suele llevarse a cabo en septiembre, los etíopes sitúan al Enkutatash el 11 de septiembre, y según el calendario republicano francés la ceremonia recae el primero de Vendimiario, el 22 del noveno mes, en tanto los hindúes festejan la llegada a mediados de noviembre.
Aunque diferentes en momentos y fechas, todas las celebraciones representan un símbolo de reconocimiento del pasado y de esperanza por el futuro.
Coinciden en la recapitulación de lo hecho en la temporada que termina y la búsqueda de la prosperidad y el bienestar personal en la nueva etapa por venir.
(Fuente: AIN)