Archivo de la etiqueta: palabras

«Malevo» y «ambientólogo», las palabras preferidas por los internautas

Logo del Día del EspañolLos internautas han elegido dos palabras poco comunes para celebrar el Día del Español, cuya festividad tendrá lugar el próximo sábado 20 de junio en todo el mundo.

«Ambientólogo» y «malevo», vocablo procedente de Argentina utilizado para definir al «hombre matón y pendenciero que vivía en los arrabales de Buenos Aires» —según la RAE—, han sido los dos términos más votados por los internautas a propuesta del Instituto Cervantes.  

La directora del Cervantes de Madrid, Carmen Caffarel, ha dado a conocer hoy los actos previstos para el próximo sábado con motivo del Día del Español, cuyos prolegómenos comenzaron el pasado mes de mayo con la puesta en marcha de la web www.eldiae.es, en la que se invitaba a internautas de todo el mundo a proponer, votar y compartir su palabra preferida.  

En el apartado «Propón tu palabra«, los internautas eligieron «malevo» como su palabra preferida, mientras que en la sección «Invéntatela», en la que se proponía la construcción de un Ficcionario con palabras inventadas que se echasen en falta en español, ha triunfado el término «ambientólogo».  

A la pregunta de si en su próxima reunión con la RAE —Real Academia Española— les propondrá que acepten alguno de estos términos, Caffarel ha dicho que alguna de las palabras sugeridas, como «ambientólogo», «son de uso tan común en la calle» que bien podrían ser aceptadas.  
Sigue leyendo

Sobre algunas palabras derivadas de nombres propios

palabrasA continuación se recoge una serie de palabras que, provenientes de nombres propios, han protagonizado la curiosa evolución de convertirse en sustantivos comunes para nombrar desde una enfermedad (alzhéimer), un invento (el voltio, la guillotina), una teoría filosófica (plátonico), hasta un útil doméstico (quinqué), y pasar así a formar parte del vocabulario popular.

La Enciclopedia de los nombres propios, de Josep M. Albaigés (Barcelona: Planeta, 1995), será la referencia del contenido.

fucsia

Fucsia es una planta de adorno, procedente de América Meridional, con flores colgantes de color rojizo, de diversos matices, que da nombre al color rosa fuerte. El científico francés Charles Plumier descubrió este arbusto en la cidudad caribeña de Santo Domingo, y lo llamó fucsia en memoria de Leonhard Fuchs, un famoso botánico alemán (1501-1566).

charlatán

El Diccionario académico define esta palabra como: «Que habla mucho y sin sustancia», «Persona que se dedica a la venta ambulante y anuncia a voces su mercancía»… El vocablo procede del italiano ciarlatano y, al parecer, alude a Latán, un famoso sacamuelas y curandero, a cuyo paso por París gritaba la gente «¡Voilá, le char de Latan!».

condón

El Diccionario académico define este término como preservativo, «funda fina y elástica para cubrir el pene durante el coito, a fin de evitar la fecundación o el posible contagio de enfermedades». La palabra deriva del latín condere, «contener». Y aunque varios autores atribuyen su invención a un higienista inglés llamado Condom, que confeccionaba este artilugio con tripa de animal para uso del rey Carlos II de Inglaterra, nuestro autor de referencia, Josep M. Albaigés, señala al médico italiano Gabriele Fallopio (1550) como inventor del condón.


Sigue leyendo

Pen drive y USB entran en la Academia

diccionario de la raeLa Real Academia Española ha aprobado en sus últimas sesiones la inclusión en el Diccionario Académico de pen drive y de las siglas USB, y tiene ya consensuadas con las Academias americanas las expresiones chiste verde y poner como una moto, y los adjetivos anticelulítico y monoparental. Las dos primeras novedades han de ser remitidas aún a las Academias hispanoamericanas de la Lengua, para ver si las aceptan o proponen cambios, pero en cualquier caso responden al deseo de estas instituciones de «acercar el Diccionario al mundo actual», como afirma en una entrevista el secretario de la Academia, José Manuel Blecua. 

De cara a 2013, año en que está prevista una nueva edición del Diccionario, coincidiendo con el tricentenario de la RAE, se quiere «renovar las definiciones que se hayan quedado anticuadas» y, al mismo tiempo, «innovar, para procurar incluir las palabras que hoy se usan», siempre que cumplan requisitos como los de figurar «en varias obras». 

Desde que se publicó la XXII edición del DRAE en 2001, las veintidós Academias, cuya misión principal es velar por la unidad del español, han aprobado miles de enmiendas. Muchas de ellas están publicadas en la página electrónica del Diccionario (www.rae.es), que recibe «un promedio de 627 631 visitas diarias», prueba palpable de «la gran utilidad» de esta obra esencial de referencia. 

Sigue leyendo

El hombre que lee diccionarios

Por Tom Geoghegan

Ammon Shea se pasó un año leyendo el diccionario de inglés Oxford —20 volúmenes, 21 370 páginas y 59 millones de palabras—, y considera que leer un diccionario es tan enriquecedor como leer una novela. ¿Por qué?

diccionariosPrepararse para hablar con un hombre que lee diccionarios para divertirse despierta un complejo de inseguridad por el propio vocabulario y temores de que cualquier palabra que él pronuncie sonará como una dolorosa condición médica.

Pero gracias al hecho de que Ammon Shea cree que las palabras largas no hacen más que obstaculizar las conversaciones, no hay necesidad de consultar ningún diccionario cuando explica su excéntrico hobby.

«No estoy en contra del uso de palabras largas, elaboradas o crípticas per se. Obviamente, las amo, pero me resisto a usarlas solo por usarlas».

«Uno usa las palabras como herramientas para comunicarse con personas y por eso no tiene sentido emplear, intencionalmente, una palabra que nadie más conoce», afirma Shea.

Shea, un ex empleado de una empresa de mudanzas de Nueva York, pasó 12 meses conquistando lo que él describe como el Everest de los diccionarios, el Oxford English Dictionary (OED), abriéndose camino entre los 20 volúmenes que pesan un total de 62,14 kilogramos.

Sigue leyendo

Beijing: la palabra más impactante del año

Según Global Language Monitor, institución que estudia las tendencias del lenguaje.

Por Eduardo Fernández

El fenómeno Obama, el cambio que pide a gritos, está llegando al propio lenguaje. El original apellido de quien parte como favorito para las votaciones presidenciales del país más poderoso del mundo se ha colado en los medios de comunicación: las palabras compuestas por su nombre están entre las más impactantes del año.

 

‘Obamaspeak, ‘Obamamentum’, ‘Obamacize’ u ‘Obamanation’ han entrado como un rayo en esta peculiar lista, compartiendo el segundo puesto con otros términos como ‘Obamabot’ (utilizado para los votantes del demócrata que desconocen su programa electoral) u ‘Obamarama’ (palabra utilizada para designar los mítines televisados del senador por Illinois).

 

Obama toma así la misma senda que siguieron otros presidentes, también representados en el lenguaje. A los adjetivos ‘Jeffersonian’, Lincolnesque’, ‘Nixonian’ o ‘Clintonesque’ les ha salido competencia con el candidato demócrata.

 

Solo una palabra ha provocado un mayor impacto que Obama en el público: ‘Beijing’, la ciudad olímpica que ha protagonizado la emisión más seguida de la Historia de la televisión.


Sigue leyendo

Cómo el lenguaje se desarrolla en el cerebro de un bebé

Por Pilar Ferreyra

Saber si nacemos con las habilidades para aprender un lenguaje o las adquirimos durante nuestro crecimiento había sido un misterio para la ciencia. Esa incógnita recorrió una nueva investigación dirigida por uno de los pioneros en los procesos de adquisición del lenguaje en recién nacidos, el doctor en Psicología Jacques Mehler.

 

La primera respuesta que encontraron es que los bebés nacen preparados para reconocer ciertos parámetros de repetición: en la medida en que crezcan escuchando ciertas palabras cuyas últimas dos sílabas sean repetidas (como mamá y papá), se les activa la misma zona del cerebro que a los adultos cuando aprenden una nueva lengua.

 

Los científicos ya habían estudiado cómo los niños más grandes y los adultos aprenden estructuras gramaticales. La novedad de este trabajo es que estudiaron la capacidad innata que tienen los bebés para descifrar patrones estructurales del lenguaje.

 

Mehler y su equipo descubrieron que los bebés, desde los primeros días de vida, son capaces de percibir configuraciones de palabras que les facilitarán el desarrollo posterior del lenguaje.

 

Para llegar a esa conclusión, el equipo de científicos (que Mehler dirigió desde el Laboratorio del Lenguaje de la Escuela de Estudios Avanzados de Trieste, en Italia), usó imágenes de resonancia magnética para investigar la habilidad que los neonatos tienen para aprender la estructura del lenguaje sobre la base de repeticiones de sílabas.  


Sigue leyendo

Diatriba contra las palabras rebuscadas

Por Alberto Salcedo Ramos

Dice Ernesto Sábato que el mundo andaba bien hasta que se creó la palabra «parámetro».

Borges propuso desterrar de la memoria universal al inventor de la palabra «conmilitón».

Una amiga mía, extremista como ella sola, dice que le aplicaría la pena capital a un profesor que tuvimos en la universidad, un tipo tan rebuscado que cuando le entregábamos nuestros ensayos no nos decía que los calificaría, como hacían los otros maestros, sino que los iba a «someter a un discernimiento». Me cuentan mis corresponsales que el profesor sigue pronunciando su afectada frase en el mismo tonito petulante de hace veinte años, como si estuviera diciendo: «mira de lo que soy capaz».

Todos tenemos una lista de palabras que nos chocan, que nos golpean en el hígado. Que nos hacen sentir, como a Sábato, que si las decimos el mundo se va a acabar. ¿Qué tal los vocablos «incomensurable», «inenarrable» y «magnanimidad»?

Durante mucho tiempo sentí que no me gustaría tener de cuñado a alguien que se exprese de esa forma. Pero ahora, cuando veo que un columnista de prensa escribe «el día retro próximo» en lugar de decir «ayer», no preparo la soga de la horca, sino que simplemente me río. Cuando escucho a cualquier orador latinoamericano diciendo que «la depuración de las costumbres políticas es un propósito nobilísimo e insoslayable», no me acuerdo de Cicerón, sino de Cantinflas. Por eso —insisto— sonrío, y hasta lo tomo como un guiño que el buen hombre me hace, para que no me aburra.

Sigue leyendo

Historia de la palabra «China»

El nombre de esta gigantesca nación (en chino, Zhongghuó ‘tierra central’, por la creencia china de que su país era el centro de la Tierra), la más poblada del planeta, proviene de la dinastía Ts’in, que la unificó en el siglo III de nuestra era.

Tres siglos más tarde, las tierras de los Ts’in, que hoy constituyen la provincia de Shensi, se convertirían en las más desarrolladas de todo el país, y, posteriormente, atraerían a los exploradores árabes y europeos.

Cuando llegaron los árabes, a partir del siglo VII, llamaron a esta tierra Cin, tal vez por oír este nombre de los pobladores, y lo trasmitieron a los mercaderes venecianos, quienes lo convirtieron en Cina, en nuestra lengua, China. Sin embargo, los chinos suelen sorprenderse cuando se enteran de que en el extranjero Zhongghuó es llamada con ese nombre.

(Tomado de www.elcastellano.org)

Acortamiento de palabras

El acortamiento es el procedimiento de abreviación que consiste en eliminar las sílabas finales de una palabra para crear otra nueva: bici por bicicleta, cine por cinematógrafo, profe por profesor, súper por supermercado, moto por motocicleta, foto por fotografía, taxi por taxímetro, etc. También existen, aunque en menor número, casos de acortamiento por supresión de sílabas iniciales: bus por autobús.

La mayoría de los acortamientos mantienen el género de la palabra completa: la foto por la fotografía, el cine por el cinematógrafo; hay alguna excepción, como el cromo por la cromolitografía. Los acortamientos, cuando son sustantivos, suelen seguir las reglas generales de formación del plural: las fotos, los buses, los profes, los Metros; pero algunos de ellos, como súper e híper, se mantienen invariables: los híper, los súper. Cuando son adjetivos, lo normal es que permanezcan invariables: películas porno (‘pornográficas’).

(Tomado del DRAE)

Sobre «malas palabras» y eufemismos

humor letrasCiertamente hay improperios —palabras usadas con poca propiedad y de manera inoportuna—, insultos a los seres humanos y blasfemias. Para todas ellos los pueblos crean su propio arsenal de misiles. Las razones de la fundación de los proyectiles verbales son variadísimas y a menudo hasta inexplicables.

Por ejemplo, entre los mexicanos, para denominar a un tonto o pusilánime se usa una palabra que en el diccionario se prescribe para nombrar el vello de cierta parte del cuerpo. En contrario, ya se ha dicho: con frecuencia se usan las voces “caray” y “caramba”, cuya estirpe las remite a una palabra que define la región pudenda de la anatomía masculina.

Meretriz es una palabra tolerable socialmente, pero su famoso sinónimo de cuatro letras es escandaloso, con todo y el título de la novela de García Márquez. Aunque según el maestro Jorge Hache Álvarez, la Comisión Nacional de Derechos Humanos sugiere que a las damas de “la vida” —como se les decía antes— se les llame “sexo-servidoras de carácter ambulante”.

Sigue leyendo