En saludo al Día de la Cultura Cubana, el pasado 20 de octubre, ofrecemos a los lectores tres poemas de nuestro Héroe Nacional, José Martí.
Árbol de mi alma
Como un ave que cruza el aire claro,
siento hacia mí venir tu pensamiento
y acá en mi corazón hacer su nido.
Ábrese el alma en flor; tiemblan sus ramas
como los labios frescos de un mancebo
en su primer abrazo a una hermosura;
cuchichean las hojas; tal parecen
lenguaraces obreras y envidiosas,
a la doncella de la casa rica
en preparar el tálamo ocupadas.
Ancho es mi corazón, y es todo tuyo.
¡Todo lo triste cabe en él, y todo
cuanto en el mundo llora, y sufre, y muere!
De hojas secas, y polvo, y derruidas
ramas lo limpio; bruño con cuidado
cada hoja, y los tallos; de las flores
los gusanos y el pétalo comido
separo; oreo el césped en contorno
y a recibirte, oh, pájaro sin mancha,
¡apresto el corazón enajenado!
La poesía es sagrada…
La poesía es sagrada. Nadie
de otro la tome, sino en sí. Ni nadie
como a esclava infeliz que el llanto enjuga
para acudir a su inclemente dueña,
la llame a voluntad: que vendrá entonces
pálida y sin amor, como una esclava.
Con desmayadas manos el cabello
peinará a su señora: en alta torre,
como pieza de gran repostería,
le apretará las trenzas; o con viles
rizados cubrirá la noble frente
por donde el alma su honradez enseña;
o lo atará mejor, mostrando el cuello,
sin otro adorno, en un discreto nudo.
¡Mas mientras la infeliz peina a la dama,
su triste corazón, cual ave roja
de alas heridas, estará temblando
lejos ¡ay! en el pecho de su amante,
como en invierno un pájaro en su nido!
¡Maldiga Dios a dueños y tiranos
que hacen andar los cuerpos sin ventura
por do no pueden ir los corazones!.
Obra y amor
La obra—delante, y el amor—adentro:—
y el amor, remolino avaricioso,
el alma entera arrastra al hondo centro;
la obra perece:—y el amor celoso,
luego que por su culpa el hombre yerra,
con culpa y sin vigor lo deja en tierra.
(Tomado de www.juventudrebelde.cu)