Por Zaida Capote Cruz
La Habana.— 1608 es la fecha atribuida al poema Espejo de paciencia, obra fundacional de la literatura cubana. Equívoca, como suele serlo la buena literatura, la historia del Espejo… semeja una novela: perdido el manuscrito original, el poema se conoce a partir de una copia realizada por uno de los jóvenes miembros del grupo que, animado por el crítico Domingo del Monte, se empeñaba en crear, a mediados del siglo xix, una tradición literaria propiamente cubana. Sospechoso de impostura —se dice, por ejemplo, que el personaje del heroico negro Salvador Golomón es una adición posterior de aquellos mismos jóvenes antiesclavistas—, el Espejo… es el primer hito reconocido de un largo camino creativo de cuyos frutos nos enorgullecemos. Es por eso que el Instituto de Literatura y Lingüística y el Instituto Cubano del Libro (ICL), con la colaboración de otras muchas instituciones, han ideado celebrar, del 20 de octubre al 20 de noviembre próximos, las jornadas Cuatro siglos de literatura cubana.
En tanto, ya han aparecido, como presagios de augur, ciertos adelantos. Se inauguró en el Museo Nacional de Bellas Artes la exposición Palabra y pincel. La muestra —que contó con el coauspicio de la Oficina del Historiador de la Ciudad y la Fundación Ludwig de Cuba— permaneció abierta hasta el pasado mes de julio y dio testimonio del diálogo entre plástica y literatura, así como de la pervivencia de códigos compartidos por algunos autores que exploraron ambos lenguajes. Cuadros de Juana Borrero, Carlos Enríquez, Arístides Fernández, Marcelo Pogolotti, Samuel Feijóo, Pedro de Oráa, Julio Girona, Fayad Jamís, Adigio Benítez, Felipe Orlando, Miguel Collazo y Cleva Solís se mostraron junto a fragmentos de sus respectivas obras literarias, elegidos por su énfasis en lo visual, en la creación de un ambiente. Tal contrapunteo entre lo escrito y lo pintado ilumina zonas usualmente poco perceptibles del enigma de la creación. Leídos los fragmentos a la luz de los cuadros, es posible atisbar ciertas tensiones y algunos desencuentros entre los modos expresivos en una u otra manifestación: el contraste de poemas realistas con cuadros abstractos, la perfección formal —casi parnasiana— de un poema frente al registro de inspiración romántica de algún lienzo nos descubre nuevas rutas de indagación y posibilidades de inteligibilidad en las obras de los creadores allí reunidos, algunas de las cuales, dando mayor interés a la selección, provienen de colecciones privadas y no han sido expuestas con frecuencia.
Sigue leyendo →
Publicado en Del lenguaje
Etiquetado cuatro, cuba, cubana, cubano, de, del, instituto, jornada, libro, lingüística, literatura, literatura, literatura, siglos, y