Envuelta siempre en su sari de algodón blanco con un borde azul, Madre Teresa fue durante la segunda mitad del siglo XX el símbolo de la defensa incansable de los pobres.
La religiosa que dedicó la vida al servicio de los pobres y desheredados, Madre Teresa de Calculta, será canonizada en el 2016 por el papa Francisco, quien la considera un ejemplo de solidaridad y entrega pero también de tenacidad y pragmatismo.
Envuelta siempre en su sari de algodón blanco con un borde azul, Madre Teresa fue durante la segunda mitad del siglo XX el símbolo de la defensa incansable de los pobres. Galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1979, Madre Teresa será declarada santa 19 años después de su muerte, ocurrida en 1997.
La canonización, obtenida gracias a un segundo milagro registrado en Brasil —una curación inexplicable—, se celebrará justamente el año en que el pontífice argentino lo dedica a la Misericordia con un jubileo extraordinario.
Nacida el 26 de agosto de 1910 en el seno de una familia albanesa en Skopje, capital de la actual república de Macedonia, que pertenecía entonces a Albania, Gonxhe Agnes Bojaxhiu entró en 1928 a formar parte de la orden religiosa Hermanas de Nuestra Señora de Loreto, cuya sede central se encuentra en Irlanda, tomando el nombre de Teresa en honor de Santa Teresa de Lisieux.
Enviada a Calcuta, en India, enseñó allí durante varios años en una escuela para niñas de las clases altas, antes de recibir la «llamada de las llamadas», es decir, la vocación de servir a Dios a través de los pobres.