Por Amaury E. del Valle
La asignación de direcciones y nombres de dominio en la red es un proceso en expansión que ha traído aparejados no pocos conflictos a nivel internacional.
El crecimiento exponencial de la red de redes mundiales, internet, ha obligado a replantearse e incluso adelantar el salto hacia un nuevo protocolo de asignación de direcciones, el IPv6, que poco a poco ha comenzado a implementarse en todo el mundo.
El IPv6 está destinado a sustituir a IPv4, cuyo límite en el número de direcciones de red admisibles está empezando a restringir el crecimiento de Internet y su uso, especialmente por el auge de dispositivos móviles y el crecimiento acelerado de Internet en países asiáticos densamente poblados como China o India.
El nuevo estándar mejorará el servicio de conexión a la megaautopista de la información, pues entre otras utilidades proporcionará sus direcciones propias y permanentes a futuras celdas telefónicas y dispositivos móviles.
Una IP o Internet Protocol es una etiqueta numérica que identifica, de manera lógica y jerárquica, a un dispositivo dentro de una red. Esto hace posible que utilizando un protocolo de comunicación numérico, se facilite la transmisión de datos a través de una red de paquetes conmutados entre diferentes equipos.
De ahí la existencia del Internet Protocol version 4 (IPv4), que actualmente está implementado en la gran mayoría de dispositivos que acceden a Internet, pero el cual apenas posibilita 4 294 967 296 direcciones de red diferentes, un número inadecuado para dar una dirección a cada persona del planeta, y mucho menos a cada vehículo, teléfono móvil, computadora de escritorio o portátil y los múltiples dispositivos más que hoy se interconectan entre sí a nivel mundial.
Una evidencia concreta de lo anterior es que ya a principios de 2010 quedaban menos del diez por ciento de las IPs sin asignar, las cuales no tardarán en agotarse por completo.
Este problema, que ya se avizoró desde la década de los 90 del siglo pasado, se intenta ahora resolver con la implementación del IPv6 o Internet Protocol version 6, mucho más extenso que su predecesor, pues el IPv5 nunca vio la luz, ya que fue utilizado como protocolo de experimentación.
El IPv6 que ahora se implementa admite la posibilidad de asignar nada menos que 340 282 366 920 938 463 463 374 607 431 768 211 456 direcciones IP, o simplificando el número, unos 340 sextillones de direcciones, suficientes para tener 670 000 billones por cada milímetro cuadrado de superficie de nuestro planeta, y por ende para dar abasto a las necesidades crecientes de interconectividad.
Pero si el tema de los números IP parece estar en vías de solución, algo más complicado se debate también hoy, y es el crecimiento acelerado de la cantidad de nombres de dominios y las frecuentes disputas que se dan en este sentido.
Cuál es mi dominio
Tratando de simplificar la explicación, si las IP son el identificador numérico de un dispositivo, los sistemas de nombres de dominio o DNS ayudan a traducir las direcciones IP de cada nodo activo en la red, a términos memorizables y fáciles de encontrar.
De esta forma, cuando uno desea buscar una determinada página web, como la de Juventud Rebelde, no tendrá que recordar su identificador numérico o IP, sino simplemente teclear http://www.juventudrebelde.cu y accederá al sitio en cuestión.
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