Por Ramiro Guerra Díaz
Desde hace unos treinta años los cubanos celebramos el Día de la Cultura Cubana el 20 de octubre, es hoy una de las celebraciones que tiene mayor connotación en el país por el hecho de reunir en sí misma todos los valores que la sociedad necesita para reafirmarse.
Ese día se une la cultura con la historia para rememorar las raíces que sostienen a la nación cubana y que la hacen firme ante los embates de las corrientes globalizadoras capitalistas, que queriéndolo o no, tienden a disolverlo todo en una banalidad sin frontera en la que no importa el ser humano, sino el consumidor, como ente necesario para un mundo diseñado por los vendedores. ¿No consumes?, ¿consumes poco?, vales menos, vales poco, por eso el mundo se les reduce a las áreas del primer mundo, lo demás es anécdota, exotismo, aspirantes eternos a ser como ellos, aunque la tierra y sus recursos no alcancen para todos.
El 20 de octubre de 1868, Pedro Figueredo Cisneros (1819-1870) escribe la letra de nuestro Himno Nacional a petición de cientos de bayameses que lo vitoreaban a él y a las fuerzas insurrectas que acompañaban a Carlos Manuel de Céspedes en su entrada triunfal a la ciudad de Bayamo. Eran por entonces seis cuartetas vibrantes y combativas, cantadas con la música escrita meses antes por el propio Perucho y estrenada en la iglesia de Bayamo como una “melodía religiosa” que no dejó de sorprender al gobernador de la villa.
El fragor de la guerra y el ardor de los cubanos redujeron por costumbre el himno a dos estrofas, que resumen el sentir de todos los cubanos y enaltecen el sentido patrio que permanece incólume en nuestro pueblo.
Perucho Figueredo fue un prestigioso abogado de Bayamo, conspirador contra el régimen colonial y ocupó el cargo de subsecretario de la guerra en el primer gobierno de la República en Armas, y llegó a ostentar los grados de General del Ejército Libertador Cubano.
Murió fusilado en plena guerra por la independencia, estaba enfermo y fue capturado por una columna española, encerrado en el castillo del Morro de Santiago de Cuba y pasado por las armas el 17 de agosto de 1870 por amar a Cuba y querer su independencia.
Sus inspiradas estrofas guiaron al pueblo que se levantó para luchar por la libertad y desde entonces es el himno de los cubanos, la marcha combativa y bella que enaltece los corazones de los nacidos en esta tierra.
Por eso celebramos el DÍA DE LA CULTURA CUBANA, porque ese día cultura e historia se fundieron para entregarnos un símbolo de lo que somos y lo que defendemos. Esta es la letra actual de nuestro himno:
que la Patria os contempla orgullosa
no temáis una muerte gloriosa
que morir por la Patria, es vivir.
En cadena vivir es vivir
en afrenta y oprobio sumidos,
del clarín escuchad el sonido
a las armas, valientes, corred.
(Fuente: http://blogs.monografias.com)