A escasas horas del Día Internacional de los Trabajadores, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha dado a conocer un informe bastante sombrío sobre el nivel de desempleo en el mundo, que debe llegar en el 2009, según cálculos conservadores a alrededor de 18 y 30 millones de desempeados, y subiría a cincuenta millones si la crisis económica continúa agravándose.
El panorama se torna más explosivo a largo plazo, pues estima que podrían llegar a doscientos millones los trabajadores que pasarían a integrar las filas de la pobreza extrema, en especial en las economías en desarrollo.
Las imágenes que verán de este Primero de Mayo en Cuba no serán así… más de 140 mil santaclareños levantarán sus voces frente a la estatua del Guerrillero Heroico, para decir NO al bloqueo y reclamar la libertad de los Cinco antiterroristas cubanos prisioneros políticos del imperio, así como para expresar su solidaridad con aquellos que en otras partes del mundo son víctimas del desempleo.
El mensaje de la OIT continúa alertando que estamos enfrentados a una crisis del empleo de alcance mundial. Muchos gobiernos son conscientes de la situación y están tomando medidas, pero es necesario emprender acciones más enérgicas y coordinadas para evitar una recesión social mundial. La pobreza sigue en ascenso y las clases medias se están debilitando, y las consecuencias políticas y de seguridad son de proporciones gigantescas.
De acuerdo con las predicciones del FMI de noviembre de 2008, la tasa de desempleo en el mundo podría aumentar hasta un 6,1 % en 2009, en comparación con el 5,7 % en 2007, lo que representa 18 millones de desempleados más en 2009 que en 2007.
Si la situación económica se deteriora más, la tasa de desempleo mundial podría aumentar hasta el 6,5 %, que representa 30 millones más de personas sin empleo en el mundo que en 2007. En una hipótesis actual sobre la evolución más pesimista, podría llegar al 7,1 %, que equivaldría a un aumento de más de 50 millones de desempleados en el mundo.
El informe también advierte que el número de trabajadores pobres —es decir, personas que no ganan lo suficiente para mantenerse a sí mismos y a sus familias por encima del umbral de la pobreza— puede aumentar hasta alcanzar los 1.400 millones, lo cual representaría el 45% de los trabajadores mundiales.
En la mayor economía del mundo, Estados Unidos, se reconoció que solo el mes pasado quedaron en la calle más de 660 mil obreros. Las estadísticas oficiales reportan unos 13 millones de desempleados; sin embargo, otros estudios hablan de 24 millones, pues incluyen a los subempleados escasas horas diarias y otras modalidades marginales de contratación.
Es de suponer que en muchos de los desfiles con que la clase trabajadora suele conmemorar su Día, la principal demanda será de empleos y trabajo para todos, aunque la crisis económica que ya se ha convertido en global, sea incapaz de atender esos reclamos, más bien, por el contrario, seguramente las cifras se irán incrementando durante este año y el 2010.
Una gran parte del mundo navega entre huelgas, despidos masivos, descenso de las inversiones, recesión de los créditos, impagos de hipotecas por falta de liquidez, familias enteras dependientes de uno o dos salarios, encarecimiento de la asistencia médica… mientras que las políticas gubernamentales, lejos de estimular la creación de empleos y el bienestar social, inyectan millonarios fondos en el sistema bancario, causante del descalabro de la economía mundial.
Para estos trabajadores el Primero de Mayo no será una fiesta, sino un momento de rebelión y exigencias al capital, para cambiar un orden económico internacional injusto y despiadado, para cambiarlo de raíz, tal como sucedía en los primeros tiempos de esta conmemoración. (Tomado de http://alocubano.nireblog.com)